
La prostitución es una actividad ilegal en
Taipéi,
Taiwán, pero las penas son leves, uno o dos días de prisión. Para la policía es cosa de todos los días detener alguna mujer en la calle tratando de buscar clientes. Lo que no es muy usual es encontrarse con una prostituta de
82 años. Fue lo que le sucedió al agente
Chien Tien-you, quien detuvo una vez a la meretriz más vieja de
Taipéi. La mujer, a quien la policía identificó solamente con el apellido
Chiu, fue detenida por este agente cuando intentaba llevar a su apartamento a un cliente de
52 años. Apodada
"la abuelita" por la policía,
Chiu declaró que llevaba
40 años en el negocio, y que no había podido dejarlo debido a que su pensión era insuficiente para vivir.
Chiu cobraba por sus servicios 10 o 20 veces menos que una prostituta más joven. Según el agente de policía,
la abuelita lucía en buena forma física y aparentaba como 15 años menos. Los asistentes sociales se comprometieron a conseguirle a
Chiu un lugara más barato para vivir.
Pobre vieja. Que a esa edad tenga que estar changando en la calle habla muy mal de ese país. Pero la verdad es que eso pasa en todos lados.
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